PRI (1946)

En el año de 1946, el partido cambia su nombre por: Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Este predominaría no sólo en la Presidencia de la República, sino en el Congreso de la Unión y en los gobiernos de los estados.
El PRI enfrentaba el cambio generacional obligado por el envejecimiento de los militantes formados en la lucha revolucionaria, para abrir el paso al poder a civiles con educación universitaria.
Con el PRI en el gobierno y su compromiso con el destino democrático del país, fue posible superar las tentaciones hacia los autoritarismos de izquierda y de derecha que aparecieron en el entorno de la Segunda Guerra Mundial y, posteriormente, de la Guerra Fría.
A partir de este momento el poder se centro en el pueblo, en cada uno de los sectores. Tenía una propia estructura que financiara al partido y presenta sus propios y libres candidatos.
De hecho con este cambio el PRI logro convocar a su primer candidato para la Republica Mexicana a un civil, él fue Miguel Alemán Valdez.
En 1947 México se ponía al día con las tendencias en la participación democrática del mundo, se reconoció el voto de la mujer en las elecciones municipales y en 1953 el derecho de votar y ser votada en cualquier elección.
En el año de 1948 se crean otros partidos políticos; que en ese momento no tuvieron el éxito esperado, puesto que el pueblo con el PRI se sentía seguro y estable.
En el año de 1952, Adolfo Ruiz Cortines toma la presidencia, teniendo como lema de gobierno: AUSTERIDAD Y TRABAJO.
Durante el mandato de Adolfo López Mateos (1958-1964), México entró al marco del crecimiento mundial logrando que crecieran los sectores de la economía, particularmente la industria y los servicios con capital nacional e importantes inversiones extranjeras.
A finales de la década de los 60 surgió un movimiento, en contra del gobierno encabezado por el PRI, cuando Gustavo Díaz Ordaz fungió como presidente del país (1964-1970). Este año es recordado por la matanza de estudiantes en Tlatelolco, quienes protestaron en contra de la administración del momento. Esto mostró las limitaciones del sistema político así como las contradicciones del esquema de desarrollo del país.
Todo ello mostraba que el régimen político requería reformarse para mejorar su desempeño.
La versión oficial que el gobierno dio a la matanza fue que el movimiento de los estudiantes era una conspiración para dar apoyo a los países comunistas y que querían sabotear los Juegos Olímpicos.


Desde el inicio de la administración de Luis Echeverría (1970-1976) logró un acercamiento con los jóvenes universitarios en especial con los de la UNAM, por lo sucedido en 1968. Tuvo lugar una manifestación estudiantil en la Ciudad de México en apoyo a los estudiantes de Monterrey. Estos fueron recibidos por un grupo paramilitar al servicio del estado llamado "Los Halcones". Estos hechos se conocieron con el nombre de El halconazo. Los avances en materia económica que se dieron durante su mandato no fueron suficientes para detener ni sobrepasar la crisis económica internacional que enfrentaba el país y provocada por la escasez de petróleo. Realizó la llamada "Guerra Sucia.
El sistema de partidos y la afirmación de la pluralidad política tienen su impulso definitivo con la reforma electoral de 1977. A partir de entonces los partidos son reconocidos en la Constitución como entidades de interés público. La visión de esta iniciativa tuvo lugar con una oposición que parecía diluirse cuando en 1976 el candidato postulado por el partido no enfrentó adversario alguno para la elección presidencial, con serio riesgo para su legitimidad.
En la década de los 80, siendo presidente José López Portillo, surgido de las filas del PRI, el país sufrió la primera gran crisis económica, una devaluación de casi 400% de la moneda nacional debido a un mal manejo de los recursos. Ante esto, juró defender el peso "como perro". López Portillo antes de dejar el cargo culpó a los banqueros de la crisis y nacionalizó la banca.
Frente a la crisis electoral de 1988,el PRI nuevamente tuvo la necesidad de ajustes, antes de la salida de Miguel de la Madrid Hurtado, presidente de México surgido del PRI, su gobierno se vio envuelto en uno de los escándalos electorales más grandes de México, pues en las elecciones presidenciales Cuauhtémoc Cárdenas tenía una amplia ventaja sobre su rival del tricolor, Carlos Salinas de Gortari ; sin embargo, debido un problema con el sistema que contaba los votos, la elección se volteó y salió victorioso el candidato priista. En ese entonces la secretaría de Gobernación afirmó que el sistema se había caído. En 1989 se inició un ciclo positivo de reformas electorales hacia la competencia política que culminaron en 1996.
La presidencia de Ernesto Zedillo (1994-2000) estuvo marcada por una de las crisis financieras del siglo, con repercusiones internacionales llamada "Efecto Tequila". Para salir a flote de la situación, el Gobierno Federal aplicó el Fobaproa para absorber las deudas ante los bancos, capitalizar el sistema financiero y garantizar el dinero de los ahorradores.
El PRI logró una permanencia como partido en el gobierno que continuó más allá de lo alcanzado por otros partidos en regímenes democráticos, con antecedentes de inestabilidad y fracturas, cercana todavía a los enfrentamientos propios del caudillismo de la etapa revolucionaria y con gran influencia o dependiente de quienes tenían mando de fuerzas armadas.
El PRI y sus predecesores son organizaciones políticas que conjuntaron más de 70 años en ejercicio del poder público, hasta que llegó a una de sus peores etapas, cuando el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Vicente Fox, logró algo que en mucho tiempo se había considerado imposible: sacar al tricolor de Los Pinos. Con la idea del cambio, de hacer de México un país distinto y cambiar hacia una nación mejor, la gente optó por una nueva opción y dio su voto al panista, perdiendo las elecciones el abanderado del PRI, Francisco Labastida.
La crítica más importante al PRI es acerca del ritmo de las transformaciones que impulsó; es evidente que hubiera sido deseable un trayecto más corto en los cambios practicados.